Las educadoras de nuestro colegio lideran el trabajo con los niños y los atienden de manera cálida, velando por su bienestar físico y emocional, como también contribuir a su desarrollo y aprendizaje.
En este periodo se logra desarrollar vínculos de confianza férreos, que permiten confiar en los demás, y tomar desafíos que les permiten explorar su potencial de aprendizaje. Se aprende a convivir en comunidad, se configuran normas para compartir y construir espacios de encuentro con otros actores distintos a su familia.
Así, el niño va conociéndose y conociendo a otros, va identificando sus fortalezas y las de los demás, va reforzando su autoestima y el cariño por quienes le rodean.
Aprende a resolver conflictos en formas no agresivas, y a utilizar el consenso y el respeto como forma de resolución.